¿Por qué el tiempo de aprendizaje puede variar del simple al cuádruple según el método de aprendizaje?
Muchas empresas forman en inglés sin objetivo claramente establecido por la empresa o el organismo de formación. Sin embargo, lo más simple es fijarse como objetivo el nivel C1 («operacional») tal como es definido según la escala ALTE, ya que permite un verdadero aumento de productividad para la empresa. Con ese nivel, la práctica del inglés deja de ser un freno al buen ejercicio de las funciones de los empleados en sus intercambios internacionales.
Según la asociación ALTE*, se necesitan 400 horas de formación para que un empleado pase de un nivel B1 (intermedio) a un nivel C1 (operacional). Veamos juntos el caso de un empleado con un nivel inicial «intermedio» (nivel promedio de los empleados para los cuales se justifica una formación en inglés).
* ALTE : Association of Language Testers in Europe: la referencia de las escalas de niveles lingüísticos en Europa.
Sabiendo que una hora de clase individual en una escuela de idiomas tradicional cuesta aproximadamente 60 € sin IVA, el gasto para que ese empleado alcance el nivel C1 puede ser muy elevado: 24 000 € sin IVA.
Sin tener en cuenta los huecos que hay que encontrar en su agenda para programar esas 400 horas, y eso a lo largo de varios años, con el riesgo de que el empleado deje la empresa justo cuando empieza a ser operacional.
Una desventaja cultural
Sobre esta estadística de 400 horas, es importante precisar que ALTE se basa en el número de horas de aprendizaje generalmente constatadas.
En primer lugar, en el inconsciente colectivo, está anclado que el dominio de una lengua nunca tiene fin porque los años que hemos pasado aprendiendo inglés durante nuestros estudios no nos han ayudado realmente a dominar la lengua. Yo mismo soy la prueba y por eso creé 7Speaking.
Además, es de notoriedad pública que las formaciones tradicionales son particularmente ineficaces y esta media de 400 horas es la muestra. Sin embargo, ese número de horas me parece realista ya que las escuelas de idiomas conservan, en su mayoría, un enfoque pedagógico que casi no ha evolucionado desde hace 40 años. En España y América Latina, 90 % del mercado está en manos de cientos de academias de idiomas tradicionales. Siguen siendo los interlocutores privilegiados de las empresas, y perpetúan el dogma que rodea la eficacia y el presupuesto de una formación lingüística.
Al mismo tiempo, algunas denigran a los actores de la formación digital frente a sus clientes… No obstante, hay que reconocer que algunos de esos actores se han limitado a proponer clases de inglés en línea sin explotar las innovaciones en ciencias cognitivas y sin preocuparse por su eficacia pedagógica. No proscribo las academias de idiomas tradicionales, afortunadamente hay muchas que son excelentes, y que nosotros conocemos.
Innovaciones en ciencias cognitivas y rendimiento de aprendizaje
Dicho esto, sobre la estadística ALTE, hay que comentar dos puntos:
- Primero, los expertos en ciencias cognitivas cuestionan el propio principio de «formación» y por consiguiente el fundamento de esta estadística. El modelo 70-20-10 llega a la conclusión de que solamente 10 % del aprendizaje se realiza gracias a una formación formal, 20 % gracias a un aprendizaje informal y 70 % de manera empírica o más prosaicamente, sobre el terreno o «on the job experience». Y entonces, no hay ninguna necesidad de tener 400 horas de formación formal o informal. Si son realmente necesarias 400 horas de práctica del inglés, entonces la parte de la formación formal e informal no debe superar las 120 horas.
- Segundo, en muchos países hispanohablantes no nos han enseñado a aprender. Y menos aún a aprender una lengua extranjera. Sin embargo, aplicando algunas reglas simples, el tiempo de aprendizaje se divide por 3 (son métodos reconocidos por todos los expertos en anclaje memorístico, en motivación, en ciencias cognitivas y en neurociencias).
Así, si consideramos a dos empleados con aptitudes equivalentes que reciben la misma formación, uno tardará entre 3 y 4 veces menos tiempo que el otro en alcanzar el mismo nivel, a condición de que respete estos pocos consejos que no son difíciles de seguir, al contrario.
Voy a hablarles del caso de 7Speaking simplemente porque no conozco las cifras de nuestros queridos colegas.
El modelo del 70-20-10, en torno al cual la fórmula de 7Speaking está articulada (modelo de inmersión virtual), combinado con estos simples consejos que enumeramos aquí permiten reducir drásticamente el número de horas de formación. Lo constatamos todos los días con nuestras decenas de miles de estudiantes.
No estoy diciendo que gracias a 7Speaking, las 400 horas se transformarán en 40 horas. La aritmética tiene sus límites.
En efecto, en el modelo del 70-20-10, el 70 (on the job experience) es independiente de 7Speaking y por consiguiente, incuantificable por nuestras herramientas de Big Data.
No obstante, constatamos que 80 % de nuestros aprendientes pasan de un nivel B1 a B2 o de un nivel B2 a C1 en 50 horas de blended learning (en promedio). Por lo tanto, en lugar de las 400 horas estimadas por ALTE para pasar de B1 a C1, un proveedor que explote los últimos avances en ciencias cognitivas permite realizar la misma progresión en unas cien horas. Dicho de otro modo, se necesitan 4 veces menos horas de las que estima la escala ALTE.
Podrán responderme que es muy fácil decir esto ya que somos juez y parte: y tendrían toda la razón. En primer lugar, los progresos son constatados por el tests TOEIC® al principio y al final de la formación. Por otra parte, no pretendemos haber desarrollado un método milagroso solo conocido por nosotros. Los mejores lingüistas lo confirman también, lo han puesto en práctica y lo explican muy bien. Les recomiendo esta conferencia de Chris Lonsdale publicada por TEDx («aprender una lengua en menos de 6 meses»). En ella demuestra muy fácilmente como es posible reducir de manera drástica el número de horas de aprendizaje. Y no es el único…
Desde un punto de vista de presupuesto, eso lo cambia todo.
Las clases individuales con un profesor aumentan los costos, pero el digital learning los reduce. Ahora bien, el digital learning es más eficaz en la comprensión oral y escrita, en la expresión escrita, así como en la asimilación del vocabulario y de la gramática.
El presupuesto difiere en función de la profesión ejercida por el empleado y por consiguiente, según la necesidad que tenga de expresarse perfectamente oralmente o por escrito.
Si tenemos en cuenta estas variables, cuente entre 800 y 1200 € sin IVA para pasar del nivel B1 al C1. Lo que corresponde a 100 horas de formación, incluyendo entre 30 y 50 sesiones de 30 minutos en clase individual. Estas cifras pueden variar, por supuesto, de un proveedor a otro y en función del volumen de formaciones que le confíe. Pero aun así estamos muy lejos de los 24 000 € mencionados en la introducción.
En función de la urgencia y de la disponibilidad del empleado, la formación se repartirá a lo largo de un período que puede ir de 4 meses a 2 años.
Una única condición: elegir un proveedor que proponga una fórmula que estimule permanentemente la motivación del alumno.
Gracias a Dios, existen. Si no existiesen, habría un elevado riesgo de abandono por parte del alumno.
Ustedes me dirán que, de cualquier manera, el empleado tiene que planificar esas 100 horas en su ya muy cargada agenda.
¡Y aquí es donde interviene el mobile learning!
Para navegar por internet, los adultos utilizan cada vez más su smartphone. Según Newzoo's Global Mobile Market Report, en 2017 casi el 67% de la población española poseía un smartphone. La flexibilidad proporcionada por el smartphone y el desarrollo de las redes de banda ancha permiten a la gente conectarse en cuanto se tiene un momento libre, sobre todo en los transportes públicos.
El digital learning se presta particularmente bien al uso del smartphone:
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Las actividades son generalmente diseñadas para que no sobrepasen de 10 a 15 minutos ya que los estudios en anclaje memorístico prueban que la concentración declina si duran más.
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La esencia misma del modelo 70-20-10 consiste en anclar el uso de la lengua en una práctica cotidiana (noción de aprendizaje inconsciente), en lugar de dedicar una única sesión de una hora o dos por semana.
¿El fin de las formaciones tradicionales?
Las soluciones de Blended learning (digital learning + clases individuales) de última generación marcan el fin de las interminables formaciones lingüísticas, en las que las empresas invierten a fondo perdido sin resultados tangibles.
1200 € para transformar un empleado de nivel «intermedio» en un empleado verdaderamente operacional en los intercambios internacionales, ¡eso lo cambia todo! El RSI (Retorno sobre la inversión) para la empresa es evidente… sin contar los beneficios colaterales de la formación: fidelización de los colaboradores, atractividad de su empresa, valorización de la marca empleador, movilidad de sus equipos, etc.