Hoy, quisiera explicar algunos puntos sobre estas diferencias de precio. Quienes ganan más no son forzosamente aquellos que uno cree.
En el mercado de la formación lingüística, el precio del curso de inglés individual puede variar hasta triplicarse. En España, por ejemplo, las escuelas de lenguas tradicionales facturan una hora de clase hasta 75 € más IVA, mientras que también se encuentran clases individuales a 25 € más IVA, e incluso más baratas. Sin embargo, el discurso comercial de los actores “low-cost” es el mismo que el de los actores de cursos presenciales. En estas condiciones, ¿cómo orientarse? ¿Por qué tales diferencias de tarifas, para una prestación que parece idéntica?
La actividad principal de las escuelas de lenguas tradicionales es el curso individual presencial. Entonces, más allá de las cualidades intrínsecas del profesor:
Afortunadamente, estos cursos ofrecen al cliente garantías indiscutibles:
¿Entonces, cómo hacen los prestadores “low-cost” para ofrecer precios tan bajos?
Las Filipinas y la India son un vivero de “profesores” para estos actores. En general, se trata de profesores autoproclamados cuya lengua materna no es el inglés, y cuyo único mérito es hablar la lengua de Shakespeare bastante bien… con un acento muy diferente al del dramaturgo. Sin embargo, algunos poseen un certificado de aptitud o un diploma de enseñanza (TEFL, CELTA, TESOL, etc.).
Basta con visitar el sitio de anuncios Craiglist para saber el precio que cobran: varía de 3 a 6 € por hora, en función de la cantidad de horas garantizadas. Son profesores freelance (sin cotización patronal ni contrato de trabajo) y las horas no efectuadas no se pagan.
Seducido por estos precios incomparables, probé algunos. Y ahí debo admitir que me desengañé: el interlocutor (llamado “profesor”) parece formateado: por momentos da la impresión de estar hablando con un robot, tan estereotipado es el diálogo. La diferencia de cultura podría ser una ventaja, pero se transforma en una traba; la ligereza y el humor no tienen cabida, el diálogo no es natural, falta espontaneidad, y el aburrimiento se instala rápidamente.
Por eso, los índices de ausentismo y abandono son muy elevados. Así, el proveedor recluta un ejército de teleoperadores, que vuelven a contactar al alumno, ya que naturalmente no ha demostrado interés en reservar otro curso. Por otro lado, estos actores comienzan a contratar algunos profesores de inglés nativos para sacarse la etiqueta de “cursos de gama baja” y poder promocionar sus profesores anglosajones en sus ofertas comerciales.
La idea no es desacreditar los cursos “low-cost”: la demanda existe; por lo tanto, responden a una necesidad.
Estas ofertas “low-cost” son útiles para los alumnos que solo desean expresarse oralmente, sin otro objetivo. Sin hablar del interés creciente de comprender todo tipo de acentos (cada vez más servicios, especialmente las hotlines y los SSII, se encuentran en India).
Desde un punto de vista económico, es comprensible que las empresas no dispongan de medios para gastar 70 € por hora para cientos de empleados. Sobre todo sabiendo que, según ALTE, un alumno necesita seiscientas horas de curso para pasar de un nivel de principiante auténtico a un nivel B2 en inglés. El precio de estos cursos es la principal ventaja de estas ofertas, ya que democratiza el acceso a la expresión oral en “one to one”.
Sin embargo, para comparar correctamente el coste de un curso, habría que considerar que un empleado que sigue una formación y es remunerado por su empresa con un promedio de 38 000 € brutos anuales, cuesta a su empresa 35 € por hora aproximadamente. Esto permite relativizar el interés del precio de un curso “low-cost” ya que, si se sigue la formación durante el tiempo de trabajo, y si el empleado tiene la impresión de perder el tiempo, el ROI para la empresa será negativo.
En conclusión, el precio de estos dos tipos de cursos no es comparable, pero el objetivo perseguido por el comprador no es el mismo. No se debe confundir una “sesión de expresión oral” con una “formación de inglés”.
Si se tienen empleados que solicitan cursos individuales, y:
el “low-cost “es una solución apropiada … sobre todo si están muy motivados.
Si su objetivo es que una población especifica alcance un nivel operativo en sus funciones (aumento de ROI para la empresa) en los próximos dos años*, es preferible elegir cursos de mejor calidad.
Más información: la tendencia del mercado
En España y LATAM, los cursos individuales dictados por las escuelas de lenguas aún representan más del 90 % del mercado de la formación, fundamentalmente por razones culturales: el curso individual presencial representa la mayor referencia, tanto para los responsables como para los alumnos. Existen centenas de escuelas en el mercado que intentan convencer a los responsables más dubitativos, y que no dudan en poner a todos los actores de la educación a distancia en la misma cesta.
Sin embargo, a pesar de los precios elevados aplicados por los actores de la formación presencial, muchos no logran mantenerse y se declaran en quiebra. Son muy numerosos en el mercado y, si bien el pastel es enorme, el mercado de la formación presencial retrocede, lógicamente, en provecho de la formación a distancia. Por último, como es evidente, el margen de ganancia de un actor presencial es mucho menor que el de un actor “low-cost”.
¿Y 7Speaking en todo esto?Actor de la enseñanza a distancia con una credibilidad basada en la calidad y la eficacia de sus formaciones, 7Speaking enseguida descartó la posibilidad de explotar la veta de los profesores basados en Filipinas e India por las razones expuestas anteriormente. Sin embargo, las ganancias producidas por estos perfiles de salarios bajos eran tentadoras... Por otro lado, no nos parecía coherente remunerar a los profesores mientras están de viaje o en períodos de inactividad, y que este coste recaiga indirectamente sobre nuestros clientes.
Nuestra intención, entonces, era proponer cursos de calidad igual o superior a la de los cursos presenciales “verdaderos” ofreciendo a la vez precios ultracompetitivos para maximizar el objetivo de un ROI óptimo para el cliente. Entonces, optamos por profesores anglosajones nativos provenientes de países occidentales (con una cultura semejante a la nuestra), con diploma de enseñanza de inglés y muchos años de experiencia, que manejen bien nuestra pedagogía. Los cursos en videoconferencia ofrecen una experiencia muy similar a la del curso presencial: son flexibles (sin restricciones de horarios, elección del profesor…), requieren poca logística e incluyen comunicación no verbal. El perfil tipo de nuestros profesores es el de un ama de casa que haya ocupado un puesto con responsabilidades en una empresa (directora de marketing, directora ejecutiva o analista de ventas, por ejemplo). Estos perfiles se han mantenido cerca del terreno y su experiencia de dirección constituye una ventaja pedagógica. Además, todos dominan una especialidad profesional. Así, la nota media atribuida por los alumnos a nuestros profesores es 18/20*. Generalmente, se crea una relación de simpatía: ¡nada mejor para progresar que disfrutar durante el aprendizaje! * encuesta interna basada en 22781 cuestionarios de satisfacción evaluados el 30/07/2017 |
¿Y 7Speaking en todo esto? Actor de la enseñanza a distancia con una credibilidad basada en la calidad y la eficacia de sus formaciones, 7Speaking enseguida descartó la posibilidad de explotar la veta de los profesores basados en Filipinas e India por las razones expuestas anteriormente. Sin embargo, las ganancias producidas por estos perfiles de salarios bajos eran tentadoras... Por otro lado, no nos parecía coherente remunerar a los profesores mientras están de viaje o en períodos de inactividad, y que este coste recaiga indirectamente sobre nuestros clientes.
Nuestra intención, entonces, era proponer cursos de calidad igual o superior a la de los cursos presenciales “verdaderos” ofreciendo a la vez precios ultracompetitivos para maximizar el objetivo de un ROI óptimo para el cliente. Entonces, optamos por profesores anglosajones nativos provenientes de países occidentales (con una cultura semejante a la nuestra), con diploma de enseñanza de inglés y muchos años de experiencia, que manejen bien nuestra pedagogía. Los cursos en videoconferencia ofrecen una experiencia muy similar a la del curso presencial: son flexibles (sin restricciones de horarios, elección del profesor…), requieren poca logística e incluyen comunicación no verbal. El perfil tipo de nuestros profesores es el de un ama de casa que haya ocupado un puesto con responsabilidades en una empresa (directora de marketing, directora ejecutiva o analista de ventas, por ejemplo). Estos perfiles se han mantenido cerca del terreno y su experiencia de dirección constituye una ventaja pedagógica. Además, todos dominan una especialidad profesional. Así, la nota media atribuida por los alumnos a nuestros profesores es 18/20*. Generalmente, se crea una relación de simpatía: ¡nada mejor para progresar que disfrutar durante el aprendizaje! * encuesta interna basada en 22781 cuestionarios de satisfacción evaluados el 30/07/2017 |